Información Turística - Provincia de La Pampa

 

EL CIERVO COLORADO EN LA PAMPA

El ciervo colorado es originario de Eurasia y de Norteamérica, fue introducido en el país en los primeros años del siglo pasado.
Es un animal de actitudes gregarias y a excepción de la época de brama vive separado de las hembras.
Su magnífica cornamenta se renueva anualmente, es de conformación ósea y durante el crecimiento se cubre de una felpa aterciopelada. En el otoño la felpa cae y los ciervos ayudan al desprendimiento rozando sus cuernos contra los árboles.

 

Ciervos - Foto: Provincia de La Pampa


La cornamenta es un atractivo sexual incomparable y un arma defensiva para la lucha contra sus rivales en el período de brama.


Entre los años 1907 y 1909 don Pedro Luro los introdujo en la Provincia de la Pampa, en el parque de su propiedad llamado “San Huberto”.


En 1965 el Gobierno de la Pampa adquiere 3200 has. De la propiedad para incorporar el predio a la actividad turística, alambrándolo con un tejido de dos metros de altura.


La Reserva Natural de Parque Luro, distante 35 km. de Santa Rosa cuenta con una población importante de ciervos colorados. Allí se preserva la especie, ya que está absolutamente prohibida la caza, y se ofrece al turista un espacio de recreación inigualables por sus características.

 

  

EL AVISTAJE DE CIERVOS EN BRAMA

El avistaje de ciervos en brama en la Reserva Natural del Parque Luro consiste en visitas guiadas que se ajustan a una serie de condiciones fundadas en el respeto a los tiempos de la naturaleza y al ecosistema existente. Aspectos que se relacionan con una actitud de compromiso con el entorno natural.

 

Ciervos en Brama - Foto: Provincia de La Pampa


Específicamente las visitas consisten en:
Comienzo aproximado en la primera semana de marzo y hasta mediados de abril, en un período estimativo de 45 días

  • Programación estipulada en dos tiempos: el amanecer y a la tarde noche que son los períodos de actividad de los ciervos.

  • Excursiones de no más de 20 personas.

  • Vestimenta apropiada que se mimetice con el paisaje.

  • Están permitido el uso de cámaras fotográficas, filmadoras , prismáticos.

  

EL PARQUE LURO
- un poco de historia -

El primer propietario de lo que hoy conforma la Reserva Provincial del Parque Luro fue don Ataliva Roca quién le cedió a su yerno el doctor Pedro Olegario Luro las primeras 3.000 has. Luro llamó a su propiedad “San huberto”.

Museo Parque Luro - Foto: Provincia de La Pampa

Este nombre se relaciona con la intención de Pedro Luro de convertir la propiedad en un coto de caza.  Sas Huberto es precisamente el protector de la caza en Europa.

 

En 1916 el Banco Hipotecario Nacional remata por primera vez a “San Huberto” que es adquirido por Alejandro Luro, hijo de don Pedro Luro.
En 1939 se produce el segundo remate y pasa a ser su dueño don Antonio Maura y Gamazo que vuelve a darle al predio el esplendor de la época de Don Pedro Luro.
Finalmente, en 1968 el Gobierno de La Pampa compra a Doña Inés Maura la totalidad de la propiedad y se designa al lugar con el nombre de parque Luro, convirtiéndose en la única y mayor reserva de caldéense del mundo.
Recorrer el Castillo –Monumento Histórico Nacional- es casi una obligación del visitante, quien puede retrotraerse al tiempo en que Don Pedro Luro construye el Coto de caza más grande del mundo u un “chateau” francés en medio del bosque de caldénes.
 
En las primeras semanas de marzo cuando el estío se desliza mansamente hacia el otoño, el bosque pampeano de caldén se estremece con el bramido profundo del ciervo colorado.
Es un llamado de amor de la naturaleza misma que interrumpe su calma habitual; el rey del bosque se prepara para formar su harén y para luchas hasta el final frente al rival que le dispute sus hembras.
Ha comenzado la brama...

La brama del ciervo es una especie de mugido ronco, muy alejado de lo afinado y agradable al oído humano; pero imperioso y convocante para las hembras; que permite que se cumplan las leyes naturales de selección y se preserve la especie.
¿Y entonces, por qué resultan tan atractivo e impactante, de manera tal, que quién tiene oportunidad de participar de un avistaje, siempre quiere repetirlo?.

Las razones son muchas; pero la primera y fundamental es que nosotros también somos parte de la naturaleza, y su poderío, su magnificencia y sus secretos nos atraen irremediablemente.

Durante la brama el ciervo “marca” su territorio y le “avisa” al contrincante que está dispuesto a defender con la vida a su harén. En esta suerte de competencia sale favorecido el animal más fuerte que luego se apareará con las hembras.

En este período la actitud del ciervo resulta realmente espectacular con su cabeza levantada y su postura desafiante. Están en continuo movimiento, con un ímpetu que los lleva a desplazarse sin cesar, arremetiendo contra troncos, ramas y cualquier merodeador que se atreva a acercarse a su territorio.

 
La defensa de hembras y machos es mutua; los machos luchan entre sí entrelazando sus cornamentas al punto de no poder separarse más, -el combate puede terminar con la muerte de los dos ejemplares- la hembra vigía, la de más edad, protege al grupo hasta el apareamiento que les asegure la perpetuidad de la especie.

Aproximadamente cuarenta días después del comienzo de la brama, el ciervo retorna a su solitaria existencia, en el bosque intangible, donde espera que se renueve su majestuosa ornamenta. De las profundidades del caldenal sólo regresará en la próxima brama.

Fuente: Secretaría de Turismo de La Pampa

 

Patagonia Austral - Todos los derechos reservados.